sábado, 4 de diciembre de 2010

Micro Hornito



Según mi criterio, y a la visión histórica que tengo hacia el capitalismo en México, si mal no lo recuerdo, fue alrededor del año 1998, cuando llegó a mis manos el micro hornito de la marca Mattel; el cual se anunciaba en la televisión, con famosísimo eslogan de “el hornito con el cual puedes hornear tus propios pasteles, como los de mamá”, en el cual salían dos niñas bonitas con vestidos rosas, mostrando deliciosos pasteles, los cuales ni siquiera salían como ellas los mostraban: con el betún, las chispas de chocolate, el granillo, las chispas de colores, etc. La verdad, al principio me aferré tanto al dichoso hornito, primero porque lo veía en cada comercial en la TV, lo escuchaba en la escuela, mis amigas lo comentaban, mis primas ya lo querían, etc. Fue entonces que se los pedí a los reyes magos y me lo trajeron por suerte, aunque como ya mencioné no era lo que yo esperaba pero, en fin, creo que después me hice una compradora compulsiva, ya que no me gastaba el dinero que mi mamá me daba para gastar; para comprar más harina, moldes, etc. Fue entonces cundo el capitalismo se introdujo a mi mundo: ya no dependía solamente de mí, sino de comprar y comprar. Hasta me enojaba cuando no me daban dinero mis papás porque de ello dependía comprar los repuestos para el hornito. Es en, ese momento, cuando yo, una niña de escasos 8 años, estaba ya dentro del mundo del capitalismo.

Mara Socorro Garay Piña (Estudiante de la Licenciatura en Educación, 18 años).

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